EL ARTE DE DIRIGIR… EMPIEZA POR SOLTAR.

Una crisis de autoridad inquieta a los líderes y dificulta el clima laboral, así como, la interacción entre equipos de trabajo.

Resolver esta crisis de autoridad exige un crecimiento en el modo de ejercerla, lo cual requiere una evolución de quienes dirigen, ya que dirigir implica aprovechar y acrecentar el potencial de los colaboradores, además, formar y enseñar requiere de cercanía y un conocimiento profundo de las personas. Dirigir es servir y ayudar a crecer.

Dirigir implica el arte de influir en las personas para que trabajen libremente en el logro de objetivos a favor del bien común y consigan con ello, su realización personal.

El reto del líder exige 4 procesos fundamentales:

  • Auto liderazgo, autoconocimiento y desarrollo personal para ofrecer la mejor versión de sí mismo.
  • Liderazgo de personas, comunicarse con otros a través de interacciones efectivas.
  • Liderazgo de equipos, convertir los grupos en equipos de alto desempeño.

Liderazgo de negocios, crear sinergias y alianzas para fortalecer el negocio.

Siempre al dirigir debemos centrarnos en una gestión constructiva y positiva. Es hacer que cada componente del equipo haga lo que quieres que haga sin tener que decírselo, para que el mérito sea únicamente suyo”

Debemos tener telepatía y control sobre las mentes de los demás. tenemos que prepararnos antes de cada reunión, ser ordenados y astutos, y antes de mandar nada, debemos conocer bien las necesidades del proyecto y también a nuestro equipo. Luego haremos una charla conjunta (brain storming), donde se expondrán las necesidades al equipo, y esperaremos a que salgan las soluciones. Nunca debemos decir lo que realmente queremos (que lo habremos pensado antes de la reunión), aunque ya tengamos una idea clara de ello, porque cortaremos toda iniciativa del equipo, y perderemos no sólo las ideas iniciales (que pueden hasta ser buenas), sino también las ideas que vendrán durante el desarrollo; y pasaremos de tener un equipo de “mentes pensantes” con ganas de exprimir sus ideas, motivado, competitivo y ansioso por superarse, a un equipo desmotivado y poco competitivo.

La acción de dirigir y soltar es como jugar a las adivinanzas. sin que ellos lo sepan visualizamos la solución, damos datos sueltos que definan muchas partes sueltas, y el equipo debe ser capaz de encajar las piezas sueltas y formar nuestra solución final.

Para rendir necesitas estímulos. Sin estímulos no hay esfuerzo. y sin esfuerzo no hay rendimiento.

 – Johan Cruyff.