¿QUIÉN CONTROLA EL TIEMPO?

Todos hemos tenido alguna vez esa sensación de no controlar el tiempo, sentirnos controlados por él, de no saber lo que está ocurriendo y menos atender las emociones, todo aquello que nos está pasando por dentro. La percepción del tiempo en este modelo de vida es de mucha escasez y la planificación para ser flexible, descansar o hacer una pausa, resulta cada vez más difícil de hacer. Quizá puedas darte una tregua y reflexionar:

¿Qué percepción tienes tú de tu tiempo? ¿Te sientes responsable o víctima de este aceleramiento? ¿Qué tendrías que cambiar para sentir el control y bajar tu estrés?

Quizá sea hora de poner más conciencia en el cuerpo, en cada cosa que hacemos, en nuestras emociones, en nuestro interior, más que en nuestra ansiedad por cerrar todo a tiempo. Quizá así el tiempo nos favorecería más. Cuando te permites estar presente en aquello que haces, fluir con la tarea, la persona, el objetivo, etc. el tiempo comienza a acompañarte, a cundirte más, a extenderse. Haz la prueba.

Vive

Cada día, cada momento con la conciencia de que es irrepetible y te ofrece una oportunidad para ensayar tu disposición a confiar y hacer las cosas desde la calma. Cuando te metan prisa o te presionen, responde desde la calma y no robes estrés de los demás.

Conecta

Con la abundancia en la vida; el oxígeno, la energía, el espacio. y siéntete parte de todo ello, incluyendo “el tiempo”.

Date tiempo

 Por supuesto, “cambiar el chip” no es un proceso inmediato y requiere práctica, hacer ajustes, etc. pero si te permites reflexionar, planificas y decides tus prioridades, adaptarás tu vida a un ritmo más saludable y flexible, te permitirá fluir con lo que sabes y quieres hacer y acompañar mejor a los demás.