La colaboración entre las personas es una decisión discrecional. La gente tiene que querer compartir ideas y trabajar juntos. Puede ser incentivada, pero no se puede imponer. Al respecto, es necesario cambiar muchas de nuestras ideas relacionadas con nuestras formas de organización y prácticas de liderazgo.
- Confianza. Para intercambiar ideas y crear algo con los demás, es necesario desarrollar la confianza. Es un reto, sobre todo en culturas organizativas competitivas. En cualquier caso, dice el libro, los directivos y empleados han de superar sus miedos para generar esa confianza y colaborar más libremente.
- Compartir. Acaparar información impide la libre circulación de las ideas y sabotea la colaboración. Compartiendo lo que sabemos estamos mejorando la creación colectiva por un orden de magnitud que hace que todo el mundo se sienta valioso.
- Fines. Darse un tiempo para consensuar los fines al inicio de un proyecto de colaboración proporciona el ímpetu para compartir esa creación.
- Innovación. El deseo de innovar acrecienta la colaboración. Y, en el sentido contrario, la colaboración aumenta la innovación, asegura Rosen en el libro.
- Ambiente. El diseño de los espacios físicos y virtuales tiene un impacto directo en la innovación y la colaboración.
- Caos colaborativo. Mientras que toda la gente requiere cierto orden, la colaboración efectiva necesita cierto grado de caos. Este “caos colaborativo” permite que surja lo inesperado, con lo que se obtiene retornos muy ricos.
- Confrontación Constructiva. Las grandes colaboraciones necesitan un intercambio de puntos de vista, lo que algunas veces significa una confrontación o una expresión de ideas candorosa. Quienes colaboran tienen que confrontar sus ideas hasta limar sus diferencias y hacer que su creación sea mejor.
- Comunicación. La colaboración está íntimamente ligada a la comunicación, tanto interpersonal como dentro de la organización.
- Comunidad. Sin un sentido de la comunidad perdemos confianza y comodidad. Por eso, la comunidad debe estar presente para que se dé una colaboración efectiva.
- Valor. La primera razón por la que colaboramos es para crear valor, reduciendo el ciclo o el tiempo de desarrollo de un producto, creando un nuevo mercado, resolviendo un problema más rápidamente o aumentando las ventas.
Con todos estos Tips, se puede tener muchas razones para incentivar La Colaboración. No cabe duda que esta competencia genera muchos beneficios tanto a nivel profesional como a nivel personal. Solo es cuestión de ensayarla.